Hasta la miel amargaHasta la miel amarga
No puedo negar la cruz de mi parroquia, dirían en mi muy añorado pueblo, y es que a pesar de vivir desde hace un buen tiempo en la capital no
No puedo negar la cruz de mi parroquia, dirían en mi muy añorado pueblo, y es que a pesar de vivir desde hace un buen tiempo en la capital no